Hace 12 años, tres actores y una actriz, entrenados en y entusiasmados por la incipiente disciplina de la improvisación teatral, andaban buscando nombre para su primer show. Fue viendo un capítulo de Los Simpsons en versión original subtitulada cuando dijeron eureka. Al final del episodio, sonaba la canción de Bob Marley Jamming, y cuando se cantaba el estribillo, los subtítulos traducían el título por la palabra "improvisando". Aquellos cuatro actores ni siquiera tenían intención todavía de formar una compañía estable, sólo querían un nombre para su espectáculo, uno que que no llevara la palabra "impro", porque prácticamente todos los shows la utilizaban. Había que diferenciarse. Jamming era perfecto. No sólo porque remite a la improvisación, sino porque, como recuerda Lolo Diego, uno de aquellos cuatro, "al buscar las definiciones del término en inglés resultó mucho mejor, ya que hacía referencia a sesiones de improvisación musical y tenía que ver con la contracultura, con romper las reglas." Fue así como nació el primer Jamming Show.
lightbox[moviedom 800 600]Jamming
Sin duda, el naming es un aspecto fundamental en marketing. La comunicación empieza por lo más simple, teniendo en cuenta que será tu carta de presentación, la puerta de entrada, el mensaje inicial, la punta de un iceberg que resume la esencia y la filosofía de una forma de trabajar y de compartirse con los espectadores. También la observación y los golpes de suerte son fundamentales. Cuando ya tenían el nombre del show, después de los ensayos, cenando o tomando cañas, aquellos cuatro actores empezaron a jugar con las palabras, a añadirles la terminación -ing. "Fue un poco de coña -cuenta Lolo- pero enseguida vimos que a la gente le hacía gracia, así que, como estábamos en plena creación, decidimos meterlo en el show." Sin apenas ser conscientes, estaban creando un lenguaje propio que les iba a caracterizar durante los años siguientes... perdón, siguientings.
Han pasado 12 añings y aquellos cuatro actores, Lolo Diego, Juanma Díez, Paula Galimberti y Joaquín Tejada, hoy son el núcleo duro de una factoría de espectáculos (para adultos, para niños, para empresas...) que disfrutan de éxito sobre todo porque han conseguido tender un puente de complicidad constante con los espectadorings, donde dan tanto como reciben. El Jamming Show sigue siendo la piedra angular de todo este edificio (en cartel cada fin de semana en nuestro teatro, junto a La Golfa de Jamming, que se hace el último viernes de cada mes), un espectáculo que concita cientos de incondicionales que repiten una y otra vez. Según sus cálculings, hay gente que ha estado en el Jamming Show más de 30 veces. ¿Dónde reside el secreto de esta locuring?
"Punto 1 -señala Lolo Diego: no creo que haya muchas compañías de teatro que hayan estado en cartel todos los fines de semaning durante 12 años. Son 12 años haciendo un show al que la gente puede volver a venir sin mieding a ver algo ya visto. Esa constancia, esa continuidad, hace que tengamos unas tablas, que el show que ofrecemos tenga muy buena calidad. Claro que si tienes un buen show pero no trabajas para que la gente venga, es como si no tuvieras nada." Ahí es donde entra la comunicacióning. Y ahí es donde ha sido fundamental el trabajo de Cristina Díaz Gallego, la Social Media Manager de la compañía. "Nuestro objetivo -comenta Cristina- siempre es que la gente disfrute y nuestro tono es muy festivo, jaleando a los seguidores y fans e incluso vacilándoles en las redes. Respondemos a absolutamente todos, todos los días y lo hacemos de forma personalizada, hasta tal punto que sus perfiles, con sus gustos, aficiones o frases, nos sirven para hacerles guiños. Nuestro último claim es: '¡Jamming es mucho más que impro!', porque en realidad lo es. No se trata sólo de ir al teatro a ver un espectáculo de impro, sino de una experiencia que será única. Nos han llegado a decir que uno de nuestros shows les ha cambiado la vida y que casi lo han usado como terapia. Esto es real y bastante flipanting. Su felicidad nos hace a nosotros súper felices. Por eso, también comunicamos que Jamming es felicidad."
Queda claro que las redes sociales son fundamentales para Jamming. Tienen perfiles en Facebook y en Twitter prácticamente desde que nacieron estas redes. Vieron pronto que era el futuro y se han volcado con sus seguidores, a los que cuidan con mimo. Realmente es un medio de contacto donde hay acción y reacción: lo mismo que regalan camisetings o entradings para sus espectáculos, hacen sorteos muy interesantings, como el que hicieron al llegar a 5000 fans en Facebook, que hicieron funciones especiales, únicas, en casas de seguidores. Lo van a volver a hacer ahora que están a punto de llegar a los 5000 followers en Twitter. De todas formas, el número de seguidores, sin dejar de ser importanting, no es lo fundamental. Lo realmente interesanting es tener seguidores de calidad, que interactúen, que no sean invisibles. Y lo consiguen. La gente participa, cuelga fotos, vídeos, responde a todo lo que se les plantea, juegan a todo lo que se les propone, haciendo honor a ese otro término tan marketiniano, el gamming, que también parece lenguaje Jamming.
Desde el principio, la compañía ha querido que el espectador se sienta co-creador de los espectáculos, y ahí es donde cobran relevancia los llamados títulings, las frases que el público deja en las tarjetas que reciben al llegar al teatro. Claro que lo que empezó siendo analógico, es decir, con boli y papel, hoy se alimenta también de lo digital. Los títulings se siguen escribiendo de puño y letra en las tarjetas, pero también llegan por mail, por Facebook y, sobre todo últimamente, por Twitter, convertidos en "tuítulings". Incluso se combinan, porque hay quien escribe en la tarjeta y luego le hace una foto y la sube a Twitter. Todos los que llegan a través de las redes se meten en una especie de bombo invisible y el técnico del espectáculo elige dos que proyecta en directo. Es entonces cuando el público decide con cuál de los dos seleccionados se va a hacer la escena siguiente. La interacción llega a esos extremings, lo que da una idea de lo importante que son para Jamming sus espectadorings. Eso sí, será por las horas, porque es fin de semana y la gente está muy contenta, pero el contenido de los títulings suele tener un tono... subidito.
En definitiva, y resumiendo, la constancia en el trabajo de la gran familia Jamming, la calidad de sus shows y la interacción constante con el público son la clave de su éxito. Y la renovación constante. Renovarsing o morir, ya se sabe. Ahora están explorando las posibilidades de la red social de moda, Instagram, para incorporar una impro al espectáculo basado en fotos. Y próximamente estará disponible la app de Jamming, que se está desarrollando en estos momentos, otra herramienta para estar todavía más cerca de su público, donde se podrán comprar entradas, disfrutar de promocionings especiales y enterarse los primeros de todas las noticias sobre la compañía. Seguramente esté disponible la próxima temporading. ¿Se llamará Apping?