Breve historia del movimiento LGTBI
"NO NOS VAMOS"
El 28 de Junio de 1969 en Stonewall (Pub gay) durante una de las habituales redadas del lugar, fueron pronunciadas tres palabras decisivas para la revolución: “No nos vamos"
Fue el momento decisimo donde los homosexuales de Nueva York se enfrentaron a la policía prendiendo la mecha del Orgullo.
En España
Mientras en España, la persecución de la homosexualidad, al igual que ocurrió la noche de la redada de Stonewall, llegó a una situación límite.
Pero en nuestro caso, las protestas no fueron violentas, sino en silencio y bajo pseudónimos.
La dictadura franquista reprimió cualquier atisbo de libertad, considerando a los homosexuales como "una amenaza para el orden público".
Los homosexuales no sólo eran sometidos al aislamiento social en manicomios y prisiones, sino que los condenados no podían reintegrarse en la sociedad hasta que no se hubiera evaluado su "curación". En otras palabras, las personas afectadas no podían beneficiarse de indultos, amnistías, redención de penas o libertad condicional como otros presos.
Primeras manisfetaciones
Tras la muerte de franco, la primera ciudad en salir a la calle fue la Barcelona el 26 de junio de 1977, y bajo el lema "Nosaltres no tenim por, nosaltres som" ("Nosotros no tenemos miedo, nosotros somos")
4.000 personas se concentraron en las Ramblas para solicitar amnistía para los delitos sexuales y la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.
Por aquel entonces ser gay era ilegal y podía costar la cárcel.
El 25 de junio de 1978 en Madrid, 7.000 personas participaron en la que sería la primera manifestación del Orgullo que se celebraba.
El 26 de diciembre de 1978, el Consejo de Ministros presidido por Adolfo Suárez retiró la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.
En Barcelona antes del Mundial de Fútbol de 1982, el Delegado del Gobierno decidió cerrar algunos bares de ambiente, para poder mostrar "una buena imagen de la ciudad a los visitantes del Mundial".
Como protesta, los empresarios LGTB decidieron colocar la bandera del arcoiris con el símbolo del Naranjito abanicándose en las puertas de los establecimientos. "Lo nuestro sí que es mundial".
Comienzo de Manifestaciones reinvidicativas
En 1997, en Madrid unas pocas carrozas participan, por primera vez, en la Manifestación.
Esto supone un hito muy importante.
A la Manifestación política y reivindicativa se le suma el componente lúdico, social y festivo.
Esta estructura reivindicativa y lúdica es la clave y seña de identidad de la Manifestación LGBT de Madrid.
El 30 de junio de 2005, el Congreso de los Diputados hacía posible un sueño: La aprobación de la Ley 13/2005.
Convirtiendo a España en el tercer país del mundo en dar luz verde al matrimonio homosexual.
En 2007, con la celebración del Europride es otro de los momentos culminantes, ya que supone el posicionamiento internacional definitivo del Orgullo de Madrid, siendo reconocido como el “Mejor evento gay del mundo”
En los años 90 para reemplazar el termino “homosexual” se incluyeron también a lesbianas y bisexuales.
Poco a poco, se han ido incluyendo otras identidades de género que también se habían sentido marginadas. De este modo, surgió la denominación: LGTBI.
LA VISIBILIDAD DEL COLECTIVO LGTBI EN LA HISTORIA DEL TEATRO
También el teatro ha visto una transformación sobre sus escenarios.
Lo explica muy bien PRADO CAMPOS en este artículo de "El Confidencial" y que te resumo aquí:
Actualmente encontrar sobre los escenarios funciones de temática o con personajes homosexuales es fácil, pero no siempre ha sido así.
La primera obra de temática lésbica se representó en España en 1929. Fue “La prisionera”, de Èdouard Boudet.
Le siguió en 1934 “Muchachas de uniforme”
En 1931 Jacinto Benavente, escribió y subió a escena “De muy buena familia”, con un protagonista de tendencias homosexuales que aunque, sin citarlas explícitamente, quedaban claras.
En estos casos los personajes homosexuales eran los malos y desviados, los seductores e incitadores de sacar del redil de la buena conducta a los demás.
En el lado opuesto, un año antes Federico García Lorca escribió "El público" , una de las obras gay más famosas y pioneras del teatro español, que nunca pudo ver sobre un escenario. Se estrenó en 1987 con un célebre montaje de Lluis Pasqual porque, "ahora no está preparado el público, pero seguro que en 10 o 20 años será un éxito”.
En plena dictadura llegaron “La gata sobre el tejado de zinc caliente”, de Tennesse Williams, “Té y simpatía”, de Robert Anderson, o “Ejercicio para cinco dedos” de Peter Shaffer, obra en la que fue censurada la palabra 'maricón'.
El punto de inflexión llegó en 1975 con “Los chicos de la banda”, una obra de Mart Crowley abiertamente gay que dirigió Jaime Azpilicueta y se estrenó antes de que muriera Franco.
Esta obra fue determinante para la normalización del colectivo LGTBQI y para que el espectador heterosexual conociera su realidad sin tópicos ni clichés.
Ya en la Transición empieza a florecer este teatro con obras como “Capullito de alhelí”, de Juan José Alonso Millán ambientada en el 23F, o “Mariposas negras” de Jaime Salom. También en los ochenta el sida sube al escenario, especialmente con “La última luna menguante”, de William M. Hoffman y dirigida por Manuel Collado, a la que seguirán “¡Grita!”, de José Luis Raymond, o “Testamento”, de Josep María Benet i Jornet.
Sin embargo, la auténtica explosión de obras de pequeño y gran formato se produce entre 2000 y 2005.
Aunque el primer referente de teatro homosexual sea una obra lésbica, las relaciones entre mujeres siguen siendo mucho más invisibles que las gays en la sociedad y encima de los escenarios.
Una de las obras más significativas fue “La Calumnia”, de Lillian Hellman, que se estrenó en 1961. De nuevo, la mujer homosexual es la viciosa que pervierte a su semejante. Tal es el juicio a la protagonista lesbiana que acaba suicidándose.
No fue hasta 1985 con “Las amargas lágrimas de Petra von Jant”, de Fassibinder, cuando las lesbianas salen del armario escénico.
“Las noches de las tríbadas”, de Per Olov Enquist, que se estrenó en 1995, también es otro de los escasos títulos, junto a “El matrimonio de Boston”, de David Mamet, que se estrenó en 2002 o “Verano en diciembre”, de Carolina África.
El travestismo es otro de los temas que, a pesar de ser tocado con profusión en el Siglo de Oro, históricamente ha pasado de puntillas por los escenarios.
1978 se estrena 'Flowers' y musicales como "The Rocky Horror Show", 'Sugar', 'La jaula de las locas', 'Cabaret' o los más recientes 'Priscilla' y 'Miguel Molina al desnudo' son otros de los títulos que han ahondado en esta temática.
Las obras de contenido o con personajes homosexuales pueblan con absoluta normalidad los teatros de todo el país. La dramaturgia española cada vez es más prolífica y mira y representa con absoluta normalidad al colectivo LGTBQ.
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