NUNCA JAMÁS se instala en el TEATRO MARAVILLAS
La misma compañía que nos deleitó durante la temporada pasada con su montaje musical de El libro de la selva, estrena ahora en nuestro teatro otro musical, esta vez con Peter Pan como protagonista. Atendiendo a lo que dejó dicho Mark Twain, que era un fervoroso admirador de esta obra, María Pareja, la directora, tenía claro que la nueva apuesta de su compañía tenía que tener como principal reclamo al personaje creado por el escritor británico James Matthew Barrie. “Twain decía que Peter Pan es un gran regalo que eleva al espectador a un lugar extraordinario lleno de aventuras y magia”, recuerda Pareja, que se reconoce deudora de ese espíritu libre: “soy muy peterpana”.
Más allá de lo personal, lo cierto es que Peter Pan reúne una serie de características que no se encuentran en ninguna otra obra pensada para niños y jóvenes. Esta escrita por un adulto muy inteligente, con una gran profundidad psicológica, pero al mismo tiempo posee todo el caudal imaginativo que le daba el hecho de haber compartido la escritura con los niños que Barrie tuvo a su cargo, los cinco hermanos Llewewlyn Davies, tras quedar huérfanos. Quizás conviene que nos detengamos en este punto, pues puede que mucha gente no conozca este episodio crucial en la biografía del escritor.
Él paseaba con su perro Porthos por los londinenses Jardines de Kensington y un día conoció a dos de los hermanos, George y Jack, que paseaban con su niñera. Barrie era un hombre de corta estatura y amaba a los niños, le encantaba jugar con ellos. Poco a poco fraguó una potente amistad con aquella familia y cuando los niños perdieron a sus padres, nadie como él más idóneo, con recursos y tiempo suficientes, para hacerse cargo de ellos. Ellos eran los primeros en conocer las historias que imaginaba Barrie y participaban con sus ideas hasta el punto que no sabemos si Peter Pan y sus aventuras tienen más del escritor o de los niños. Prueba de ello es la extraordinaria libertad que se toma el autor para mezclar personajes y ambientes sin el más mínimo complejo. “Pero él le daba esa riqueza psicológica y esa profundidad de lo que es la vida”, apunta María Pareja. “Sólo hay que ver cómo los psicólogos han utilizado esta historia para explicar lo que llamaron el síndrome de Peter Pan. No hay otra obra en la que el contenido para adultos y el que es para niños convivan con tal armonía.”
Peter Pan, como todos sabemos, es un niño que nunca crece, tiene 10 años y no le gusta nada el mundo de los adultos. Vive en el país de Nunca Jamás, una isla poblada lo mismo por piratas que por indios, hadas y sirenas, y va siempre acompañado de su hada Campanilla. Tiene la facultad de volar y vive innumerables aventuras con sus amigos los Niños Perdidos, Wendy y sus hermanos pequeños John y Michael. En la obra que veremos en el Maravillas, María Pareja ha ideado que sea Wendy, ya mayor, la que le cuenta la historia a su nieta. La misma libertad que se tomó Barrie para incluir personajes dispares, se toma ella para introducir estilos musicales diversos, en una banda sonora original compuesta por Jesús Franco especialmente para este montaje. “Cabe todo lo que un niño pueda imaginar en lo musical, desde lo más melódico hasta el rock o el rap”, señala la directora.
La obra ha vivido algunos preestrenos antes de llegar al Maravillas y ha recogido ya muchos aplausos. Y más que eso. El entusiasmo que despierta el montaje lo evidencia la anécdota que nos cuenta María Pareja a propósito de las primeras funciones en Badajoz y en Huelva: “Hubo dos momentos que me emocionaron muchísimo. Primero justo antes de aparecer el barco pirata, que tenemos la atención distraída con las canciones y detrás se está montando el cambio de decorado. Se intuye que está pasando algo atrás, pero cuando de repente se ilumina la escena con el barco, todo el público, primero los niños y luego los padres, se puso de pie a aplaudir. Estaban aplaudiendo la escenografía, que es algo que nunca me había pasado. Y luego, ya al final, cuando la abuela Wendy dice colorín colorado, este cuento se ha acabado, todos los niños gritaron al unísono: ¡¡¡noooooooo!!!
Esto ya nos da una idea de que, parafraseando el título de una obra que tuvimos en el Maravillas no hace mucho, la cosa funciona. Pero no es casual. María Pareja somete sus montajes a un visionado lo más objetivo posible por sí misma. Pese a reconocerse muy niña, adopta una postura adulta para examinar su trabajo de forma estricta, poniéndose en el lugar de los adultos que también la van a ver. Porque el teatro para niños no es menos y tiene que tener la calidad y el rigor que se espera de cualquier propuesta teatral. “Si no cuidas lo que haces para niños, son los padres los que cogen manía al teatro y lo viven como si fuera una obligación. Y también está bien que los niños aprendan los criterios de calidad que esto exige, tienen que aprender a ser críticos y a discernir entre lo que los tiene en cuenta y lo que no.”
Calidad. Diversión. Aventura. Valores. Imaginación. Música. Teatro. Más de 30 personajes con un elenco de casi 20 actores y bailarines. Y hasta circo, que nunca falta en los montajes de María Pareja. Sobre todo en este, donde Peter Pan, como ya sabemos, vuela. Un espectáculo total que veremos y disfrutaremos a partir del 26 de noviembre todos los sábados a las 16.30h. Ah, y en diciembre habrá muchas funciones especiales.